martes, 1 de julio de 2014

¡Eeeeeeeeeh...tuuuuuuuú...despiertaaaaa!

Es un honor ser testigo del "ingenio" que tenemos los mexicanos, aprovechando el tan gastado tema del grito "¡Eeeeeeeeeeh putoooooooooo!" que hemos de heredar al mundo. 

Aparentemente hay muchos que consideran que es un insulto y además homofóbico, empezando por ese amargado organismo internacional llamado FIFA (que no permite tampoco que haya mordidas entre jugadores ¡Pffffffffffffff!). Quienes se atrevieron a amenazarnos con multarnos si continuábamos con estas expresiones en el mundial... jajajaja... amenazarnos a nosotros con quitarnos nuestro divertimento... jajajaja... 

Perdón, pero es que así nos divertimos los mexicanos, sin respetar a los demás (y a veces ni a nosotros mismos). Eso incluye agredir al de enfrente, robarle, engañarle, ponerle el pie, es decir, cualquier cosa con la que nos lo podamos chingar. Y es que eso nos hace sentir bien chingones (y no es solo porque las palabras están conectadas en su raíz lingüística). Nos genera una gran alegría poder decir: "Me lo chingué... soy bien chingón". Sobretodo porque para nosotros representa la mayor humillación saber que nos han chingado.

Por eso ni se imaginaron que los paísanos (incluso los "intelectuales") se dedicarían por semanas a defender lo indefendible... ¡y funcionó! nos dijeron que no iba a haber penalización... Nos chingamos a los de la FIFA. 

Porque se tragaron todo eso de que "puto" no significa  homosexual, de que ya perdió su significado, de que incluso así les decimos a todas las cosas, de que ya ni siquiera es soez ni agresión. Pero acá entre mexicanos, cuando nos referimos a una persona como "puto" en el contexto de injuriar, como es en el futbol,  significa realmente: 
  • Cobarde ó miedoso = pocoshuevos, sinhuevos, marica, mujer, etc.
  • Hombre homosexual = Maricón, joto, gay, comecondón, muerdealmohadas, prostipirujo, cachagranizo, etc, etc, etc
Me inclino a pensar que al final la FIFA, CNN y otros más tienen razón, es un insulto homofóbico y de género por el contexto y origen de la palabra. Pero lo que no entienden es porqué en el fondo nos indigna su intento de castigarnos.

Es porque han exhibido nuestra cultura en México (aunque solitos nos damos a conocer), la cual radica en saltarnos los límites de cualquier regla, institución o persona. Pero también es verdad que ya no podemos (o no queremos) darnos cuenta de que tenemos un gran problema: No confiamos los mexicanos en nosotros los mexicanos, porque seguramente estamos buscando cómo chingarnos el uno al otro.

No es casualidad que tengamos el menor salario mínimo de los países que pertenecen a la OCDE, ni que Japón con su cultura de "preocuparse por el de enfrente" u Holanda que promueve el respeto entre ellos y hacia los demás tengan un nivel de vida mucho más alto.



La confianza es la base de hacer negocios entre las empresas y países, por eso en aquellas naciones se pueden dar el lujo de crear empresas que generen empleos y que sobrevivan con el tiempo. 

Por eso son más productivos que nosotros (trabajan menos y ganan más), porque nosotros buscamos como fregarnos a la empresa trabajando lo mínimo posible y los dueños pagando lo mínimo y pidiendo que los trabajadores se queden más tiempo o los corremos.
 
En cambio, en México no nos respetamos ni nos preocupamos por el de enfrente (en términos laborales llámenle cliente, proveedor, competidor, socio, empleado, empleador). ¿Cómo es que el mundo podría confiar en una pequeña o mediana empresa mexicana para darle un gran negocio?

En resumen, nos hemos autochingado, por eso trabajamos más, por eso ganamos menos, por eso nuestra calidad de vida es de las más bajas, por eso tenemos tanta inseguridad y por todo esto deja de ser divertido e indignante. 

Aunque con optimismo puedo decir que está tomando más fuerza en mi México una subcultura que ya no queremos esto, que buscamos confrontar nuestros problemas, a respetar y preocuparnos por los otros, de mejorar constantemente para tener mayor productividad y mejor calidad de vida.


Pero la mayoría seguimos dándole más peso a "divertirnos" a costa de los demás. A aplaudir al que transó, lastimó, engañó, abusó, flojeó, se saltó el proceso y las reglas sin que lo cacharan ni castigaran. Y la verdad es que aún somos demasiado cobardes para reconocerlo y hacer algo en contra de ello, y como todo el mundo pudo darse cuenta preferimos justificarlo ¿o no? ¡Eeeeeeeeeeeh p..ooooooooos!